Huancayo, eje agroalimentario del Perú

Alimentos, salud y agricultura se dan la mano

Luis Ginocchio Balcázar

En Huancayo, capital de Junín, se realizó entre 18 y 19 de julio pasado el Segundo Encuentro de la Red de Municipalidades en Temas Alimentarios, organizado por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el apoyo de la Municipalidad Provincial de Huancayo (MPH). También participaron representantes de las municipalidades de Arequipa, Piura y Lima, así como alcaldes de varias comunas provinciales y distritales de Junín.

Un día antes, en sesión del Concejo Municipal (MPH), se aprobó por unanimidad la postulación de Huancayo como signataria del Pacto de Milán, el acuerdo de 187 ciudades (dato de fines de mayo) que voluntariamente se comprometen a trabajar en el desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles (SAS) e inclusivos para contar con comida sana y equilibrios entre los protagonistas de las cadenas abastecedoras (sociales, económicos y ambientales). Los SAS son una herramienta de planificación alimentaria urbana.

Todo comenzó con el Proyecto NADHALI que FAO y la Municipalidad de Lima impulsan desde 2017, en que Lima fue seleccionada (junto con las ciudades de Nairobi y Dakha) para hacer sostenibles sus sistemas alimentarios, que destacan por sus limitaciones y desafíos. En el caso peruano, con la Red se busca el intercambio entre municipios de experiencias y capacidades sobre alimentación saludable, nutrición e inocuidad, gestión de mercados de abasto, trabajando juntos para hacer sostenibles sus sistemas alimentarios. 

Los retos agroalimentarios del país

No solamente la anemia y la desnutrición amenazan la salud y bienestar social de millones de peruanos y peruanas. También una alimentación desbalanceada, alimentos contaminados y comida ultraprocesada son dañinos para la población reduciendo la calidad y esperanza de vida. Y de paso, sobrecargando el gasto público para atender esta cuasi emergencia sanitaria. 

El MIDIS a través del Programa Nacional de Alimentación Escolar ‘Qali Warma’ tuvo destacada participación en los convenios que la MPH ha realizado con colegios como la Institución Educativa Inicial número 300, que lleva el nombre de su dinámica y carismática directora, señora Maritza Cáceda.  Este jardín de la infancia enriquecerá los platos que brinda a sus niños gracias a que la MPH financia la compra de frutas y hortalizas agroecológicas producidas y acondicionadas con sumo esmero por organizaciones de agricultores familiares de la provincia de Huancayo.

Destaca entre las agricultoras la señora Agripina Medina, que siembra hortalizas y hierbas aromáticas así como fresas incluyendo tomates silvestres, siendo un ejemplo de trabajo constante y eficiente. La delegación de la Red visitó el pequeño predio de Agripina, muy cerca del lugar donde se dieron las gloriosas batallas de Marcavalle y Pucará, en que el legendario Andrés Avelino Cáceres, más adelante mariscal, derrotó al invasor.

Lima sostenible resuena en la sierra

Lima ciudad capital, el principal mercado de consumo del país, visita a una de sus principales regiones abastecedoras de alimentos, Junín y durante tres días trabajan funcionarios de sus municipalidades provinciales. El financiamiento del gobierno local de Huancayo permite adquirir hortalizas y frutas de agricultores familiares para ser donada a colegios que así enriquecen y hacen más diversos los menús de los escolares. 

De este modo se articulan gobiernos locales, gobierno nacional y la agricultura familiar, representada por organizaciones de productores agroecológicos que cumplen con las prácticas agrícolas y de manipulación de alimentos que exige Qali Warma y SENASA, para garantizar una alimentación inocua y confiable. El evento permitió comprobar el potencial de la agricultura familiar campesina en los Andes, de la producción agroecológica que cuida el medio ambiente y ofrece una alimentación sana y equilibrada. Asimismo, para dotar de sostenibilidad a los sistemas agroalimentarios tanto de Junín como de quienes compran alimentos de esta gran región andina.

Protagonistas destacados

Entre las personas que participaron durante los tres días de actividades de la visita a Huancayo sobresalen varias personalidades que ponemos en su consideración:

Henry López Cantorín, alcalde de Huancayo quien subraya que hay que comer rico, pero alimentándose. El valle del Mantaro es un gran abastecedor de Lima, pero existen temas pendientes, por ejemplo, en Huancayo se sacrifican 450,000 cabezas de ganado al año, pero al no contarse con un camal municipal los precios de venta de la carne son bajos por falta de certificación de calidad. Lo mismo ocurre con los mercados que ofrecen productos más por su precio que por su calidad alimentaria. La autoridad edil considera que un Centro de Innovación Tecnológica (CITE) agroindustrial sería magnífico para Huancayo.  Busca declarar a su ciudad como saludable para que alimentándose mejor haya menos conciudadanos enfermos por no alimentarse bien. 

Agripina Medina de Aguilar, cultora de la agroecología, cultiva verduras, hierbas aromáticas y medicinales cerca de la ciudad de Pucará como lechugas, cebolla, ajos, cebolla china, acelga, apio, espinacas, betarraga, col, culantro, perejil. Y entre las hierbas aromáticas, hinojo, toronjil, manzanilla, culén, boldo, mentas y hierbabuena. Ha invertido en un fitotoldo y en un invernadero donde siembra tomates y fresas protegiéndose de las inclemencias del tiempo y plagas.

Alberto García Romaña, representante de FAO en Perú. Destacó la preocupación de muchas municipalidades del país por la alimentación de su población y de las posibilidades que surgen de cooperar en contar con sistemas agroalimentarios sostenibles. Además, anunció la reciente publicación del documento ‘El estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el mundo’ (o SOFI por sus siglas en inglés) que cada año publica FAO, este año bajo el subtítulo de ‘Protegerse frente a la desaceleración y el debilitamiento de la economía’. El experto de FAO relievó el avance del Sistema de Garantías Participativas en Junín como un aliciente para el fortalecimiento de la agricultura ecológica gracias al nuevo marco legal para proteger la inocuidad de los alimentos.

Jessica Huamán, regidora de la MML y nutricionista, quien participó en el Primer Foro de Ciudades Latinoamericanas que firmaron el Pacto de Milán (Río de Janeiro a fines de mayo pasado), manifestó que la nutrición viene ganando importancia en la gestión de las ciudades y la opinión pública. Para consolidar ese proceso es necesario articular a la MML con las municipalidades distritales compartiendo objetivos y acciones para una alimentación más inocua y balanceada. Asimismo, coordinar a Lima con las regiones del país que la abastecen. 

Maritza Cáceda Reza, directora del Institución Educativa Inicial número 300 de Ocopilla, Huancayo, jardín de la infancia donde estudian 420 niños y que lleva el nombre de su directora en reconocimiento a su labor pionera en beneficio de la niñez de Huancayo y Junín.  Bajo el lema ‘alimentación saludable, no a la anemia infantil’ un grupo de maestras mostraron su motivación y compromiso. Las aulas muy bien equipadas, los niños degustando un desayuno nutritivo preparado por las madres de familia, la cocina impecable. Un ejemplo para el país y un buen trabajo en equipo, de la Municipalidad Provincial de Huancayo (que proporciona los ingredientes agroecológicos para enriquecer la alimentación infantil) en coordinación con MIDIS, Minedu y Dirección Regional de Educación. 

Wilberth Hernández Coba, Subgerencia de Desarrollo Productivo, MML, explicó que el trabajo por la sostenibilidad comienza por la agricultura limpia y las ferias de alimentos saludables, pero incluye la participación de los gobiernos locales, así como enfocar los problemas transversales de las cadenas de valor que conforman sus sistemas alimentarios. Refirió que los equipos de la MML trabajan para dotar de sostenibilidad al sistema agroalimentario capitalino, el de mayor consumo del país, coordinando con los gobiernos regionales y locales su abasto alimentario. 

Se busca que los alimentos recuperen su rol para tener ciudadanos saludables y que las cadenas de valor alimentarias sean viables y equitativas. Ferias de productores y puestos saludables en los mercados, la vigilancia sanitaria del SENASA y el compartir información a través de sistemas en línea permitirán un sistema más sostenible. De paso, en el trayecto hacia la sostenibilidad Lima Metropolitana asesorará a los integrantes de las cadenas de valor conformantes hacia nuevos y mejores negocios innovadores.

Flavia Félix, especialista del INIA, subrayó el rol del Sistema de Garantías Participativas (SGP), procedimiento de certificación que propiciará una agricultura sustentable basada en respuesta a los desafíos sociales como son el empleo y también a los retos ambientales. Para ello hace falta organización, tecnología y visión empresarial con prioridad en la capacidad asociativa de los productores para lograr un SGP confiable y eficiente. Destacó que la agroecología es una herramienta de diferenciación de los productores que se basa en la Ley de Promoción de la Producción Orgánica. Explicó la conformación del Consejo Regional del SGP Junín que supervisa las actividades de 220 productores agroecológicos. Agregó finalmente que en Junín se trabajan hortalizas, cuyes, papas y quinua mientras que en selva naranjas, piñas y café.

César Dávila, alcalde de Jauja, afirma trabajar para que la agricultura dinamice la economía de su provincia, cuyos principales cultivos son trigo y maíz. Buscó convenios con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Universidad Nacional Agraria La Molina y la Universidad Continental. El alcalde afirma que los productores saben producir, pero muy pocos saben vender, menos aún procesar siendo el valor agregado fundamental para competir en los mercados actuales. Mencionó varias cadenas productivas a apoyar como papas nativas, tarwi, paltas y granadillas, vacunos de carne y leche, porcinos y camélidos, lácteos y artesanías.

Jorge Camborda, exalcalde de Pucará, afirma que el mercado es descapitalizador de los productores familiares de hortalizas, por ejemplo, en el mercado Maltería se llega a pagar un sol por cinco atados de espinaca. Los municipios tienen que trabajar para promover el desarrollo económico de sus territorios. La alianza entre los municipios y los productores familiares de frutas y hortalizas ecológicas del valle del Mantaro ayudará a la recuperación de su capacidad productiva, de la seguridad alimentaria e inocuidad de Junín y el Perú.

Anexo 1
¿Qué es un Sistema Alimentario Sostenible?

Un sistema alimentario (SA) está formado por el entorno, las personas, las instituciones y los procesos mediante los cuales se producen, elaboran y llevan hasta el consumidor los productos agrícolas. Todos estos factores, sumados a la economía y los conocimientos de los consumidores influyen en la disponibilidad y accesibilidad final de alimentos variados y nutritivos y, por lo tanto, en la capacidad de los consumidores de elegir dietas saludables[1]. También se dice que un SA es un complejo conjunto de actividades y relacionamientos en el ciclo alimenticio: cultivo, producción, transformación, distribución, marketing, ventas mayorista y minorista, almacenaje, preparación, consumo y eliminación[2].






Cabe resaltar que, durante las transformaciones, transacciones e interacciones producidas en el SA, se detectan actividades interrelacionadas, a las cuales se va añadiendo o disminuyendo valor, desde la gestión de los recursos naturales y la biodiversidad hasta la de las pérdidas y desperdicios de alimentos. El Estado es la entidad responsable de normar, regular y direccionar la implementación de un SA, con base en las necesidades y la cultura, para que éste sea sostenible en el tiempo y sensible a la nutrición, además de regular la inocuidad, el funcionamiento de los mercados y la elaboración de estándares agroalimentarios[3].

Los SA abarcan toda la gama de actividades involucradas en la producción, procesamiento, comercialización, consumo y eliminación de bienes que se originan en la agricultura, la silvicultura o la pesca. Los SA también involucran a las personas e instituciones que inician o inhiben el cambio en los sistemas, así como el entorno sociopolítico, económico y tecnológico en el que estos realizan actividades.

Un sistema alimentario sostenible es aquel que suministra una alimentación nutritiva y accesible para todos y en el que la gestión de los recursos naturales preserva los ecosistemas para respaldar la satisfacción de las necesidades humanas actuales y del mañana. El sistema determina la cantidad, calidad y diversidad de los alimentos disponibles para el consumo[4].
Figura 1. Componentes de un Sistema Alimentario Sostenible 

















Los componentes de un Sistema Alimentario Sostenible son:

a) producción desde la siembra hasta la cosecha incluyendo la agricultura urbana y periurbana;

b) procesamiento, transformación de alimentos frescos hacia productos más elaborados y empacados, superando en muchos casos su perecibilidad y facilitar su transporte;

c) distribución, desde el campo hasta los almacenes, tiendas y restaurantes;

d) acceso y preparación, las personas y familias eligen alimentos según sus necesidades, cultura y poder adquisitivo, frescos o procesados, y los preparan según sus preferencias, posibilidades y tiempos;

e) consumo, disfrute de la comida, en familia fortaleciéndola o en lugares públicos, cocinada desde lo mínimo, nutriéndose para proteger su salud y reconociendo el rol del origen y de los agricultores asi como del medio ambiente; y,

f) reutilización y reciclaje de desperdicios, ya sea como fuente de energía y fertilizante aprovechando lo que tenga valor nutricional o compartiéndolo con terceros. 

Lima, Julio 30, 2019



[1] FAO.  Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición. Día Mundial de la Alimentación. Lima 2013.
[2] Food for All. A Food Charter for Hamilton. Ciudad de Hamilton, Canadá. 2014.
[3] FAO. Reflexiones sobre el sistema alimentario y perspectivas para alcanzar su sostenibilidad en América Latina y el Caribe. 2017
[4] La creciente urbanización, el cambio en los patrones alimentarios y las nuevas formas de producir y procesar alimentos han modificado la cantidad, calidad e impacto social y medioambiental de los alimentos que se consumen hoy en día obligando a aumentar la prioridad a los temas de alimentación y nutrición.


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