Boyd Swinburn en Lima
Luis Ginocchio Balcázar
El jueves 1 de
agosto se realizó un taller sobre ambiente alimentario organizado por FAO, con
la participación del profesor Boyd Swinburn[1],
una autoridad mundial en alimentación saludable. El evento buscó diseñar una
metodología para medir la oferta de alimentos saludables en el comercio de
Lima, con énfasis en escolares. Un salón de la Universidad de Lima reunió a
especialistas, representantes de la Municipalidad de Lima y de varios
ministerios.
El profesor
visitante, docente de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, destacó la
delicada situación de la salud a nivel internacional mostrando las cifras de
muertes causadas por hambre y enfermedades por exceso de alimentación
comparándolas con las originadas por el tabaco, hipertensión y diabetes.
El investigador
neozelandés enfatizó que no obstante en los sistemas alimentarios[2]
convergen varios problemas que afectan su sostenibilidad como la desnutrición,
obesidad, enfermedades crónicas por alimentación inadecuada (alimentos
contaminados, ultra procesados, malos hábitos, etc), inequidad y cambio
climático; estos sistemas, mal que bien, nos alimentan, contribuyen con nuestra
cultura, interacciones sociales y crean riqueza. Pero
la realidad es que cada vez suman menos.
De otra parte,
afirma Swinburn, si bien América Latina lidera hoy
en el mundo la renovación de normativas para favorecer una alimentación más
saludable, en especial para proteger a niños y jóvenes, la sociedad civil es un ‘como un gigante dormido que no exige alimentos más sanos’. A esto, el sociólogo polaco, Zygmunt Bauman[3], añade la adiáfora, refiriéndose al
hábito de situar ciertos actos lejos de nuestra
afectividad y conciencia.
Más adelante, el
profesor neozelandés dirigió un taller dividiéndose los participantes en cuatro
grupos, uno por cada escenario de la alimentación escolar: ventas alrededor de
los colegios, bodegas, supermercados y espacios verdes (parques). Para cada uno
de ellos se revisó el marco regulatorio como por ejemplo la llamada ley 30877
de las bodegas y la norma sobre comidas rápidas seguras. Y en seguida se
realizaron propuestas de mejoras.
Y si bien es clave que se ofrezcan alimentos saludables en las tiendas
para evitar los llamados ‘desiertos’ alimentarios (no hay oferta de alimentos
saludables) y los ‘pantanos’ (amplio surtido de alimentos no saludables o
‘chatarra’ en las tiendas), también hay que mencionar que es muy urgente que la
industria peruana de alimentos asuma el reto de investigación y desarrollo de
productos saludables y de paso revalorice los ingredientes de nuestra
agrobiodiversidad, de la gastronomía peruana y sus cocinas regionales.
En esa línea conviene destacar un evento a realizarse esta semana en
Santiago, el Seminario ‘Desarrollando una industria de alimentos sustentable e
innovadora’ (TecFOOD 2019), patrocinado por la Agencia Chilena para la
Inocuidad y Calidad Alimentaria (ACHIPIA, entidad del Ministerio de
Agricultura), ProChile (promoción de exportaciones, Cancillería) y el Instituto
de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Universidad de Chile).
El futuro hay que construirlo y nuestra rica diversidad biológica,
nuestra variadísima cocina peruana, están esperando que ciencia, empresa y
estado trabajen para contar con una gama atractiva y única de bocadillos
saludables, bebidas e ingredientes. Y que se adapten a la realidad que nos toca
vivir como país de ciudades, que fortalezcan nuestra gastronomía, demanden
insumos del agro familiar, apoyen la alimentación popular y sirvan para
abastecer a los restaurantes de cocina peruana en el extranjero.
Lima, Agosto 5, 2019
www.haciendofuturos.blogspot.com
[1] Profesor de Nutrición Poblacional. Facultad de Salud
y Ciencias Médicas. Escuela de Salud Poblacional Global. Universidad de
Auckland, Nueva Zelandia.
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