Hernán Augusto Bringas, estudioso y colonizador
Luis Ginocchio Balcázar
Publicado originalmente en ‘Diario El Tiempo’ de Piura, el 6 de octubre
de 1997
El ingeniero Hernán Augusto Bringas es un profesional
notable. Investigador laborioso, viajero devoto del Perú, hombre amable, de
verbo preciso y agudo. Su casa en la urbanización Santa Isabel alberga una de
las bibliotecas agrícolas más completas de Piura. Don Hernán nace en Arequipa
el 29 de setiembre de 1914 en el barrio de Santa Marta y estudia en la Escuela
Nacional de Agricultura y Veterinaria (que luego se convirtiera en la
Universidad Nacional Agraria La Molina). Egresa en la promoción 1937. Fundador
del Centro de Colonización de Tambopata, Puno y forjador de la colonización de
Jaén y Bagua. Los suelos de ambos desarrollos agrarios guardan su huella de
pesquisador serio y dedicado. Participó en provectos de desarrollo en
Chanchamayo y dirigió el fundo Cinchón en Tingo María. En Piura trabajó largos
años como Consultor recordándose su aporte a la conservación de los suelos
agrícolas.
Con don Hernán se revalora a grandes personajes de
ciencia que dedicaron, al igual que él, su vida a los legados naturales del
Perú, y que hoy, al volver el hombre la vista a la madre naturaleza, recobran
protagonismo. Antonio Raimondi con su obra ‘El Perú’ y Augusto Weberbauer con
‘El mundo vegetal de los Andes Peruanos’ están a la cabeza. También Hipólito
Unánue, Pedro de Osma, Fortunato Herrera, Alexander Von Humboldt, Aime de
Bonpland y Francis McBride.
Don Hernán trabajó para la Comisión Permanente de la
Quina, institución que publicó en 1943 uno de sus trabajos, ‘La quina en el
Perú’, obra realizada en Tambopata, zona cinchonera por excelencia (quina o
‘cinchona’). El ingeniero Augusto menciona en el prólogo de su libro, que casi
cien años atrás, los gobiernos de Francia y Holanda encomendaron al ilustre
botánico y médico Dr. Hugo Weddell el estudio de las quinas del Tambopata.
Luego, el británico Clements Markham y el holandés Justus Haaskarl llevaron de
Tambopata semillas de cinchona a la India y Java forjando las bases de lo que
luego serían formidables industrias farmacéuticas de esas naciones. Otra
muestra de un producto peruano aclimatado y aprovechado industrialmente lejos
de nuestras fronteras. Algo como la uña de gato de nuestros días.
Se recordará que la marquesa de Cinchón, esposa del
entonces virrey del Perú, cayó gravemente enferma de un extraño mal y fue
salvada gracias a una corteza proveniente de la botánica de los antiguos
peruanos. Esa corteza contenía quinina, el primer remedio contra la malaria,
fuente de riqueza y fama del Perú de aquellos tiempos. Sin ninguna duda
recordamos que el árbol de la quina aparece orgullosamente representando a la
riqueza vegetal del Perú en nuestro Escudo Nacional.
Charlas con el Ing. Augusto nos transportan al Perú
profundo, alejado del ruido de las grandes ciudades. A los caminos de
Cajamarca, al colonato en el Puno de mediados de siglo, a la sierra de
Ayacucho. Viajar a Quillabamba para visitar al sabio alemán Christian Bües. Llegar imaginariamente a la selva de Junín y
acudir a la colonia japonesa de Puñizas (Chanchamayo), donde se cultivaban doce
variedades de mandarina que permitían se cosechen durante todo el año, desde
las más pequeñas hasta las del doble de un puño. Enfatiza don Hernán que
mediante los estudios realizados en las Estaciones Experimentales se conseguían
logros agrícolas y comerciales como los obtenidos con mandarina. Disfruta uno
al repasar con el Ing. Augusto Bringas conceptos vigentes como el de ‘sin
enfoque empresarial no hay agricultura viable’ y ‘promover la lucha diaria
contra la ignorancia’.
Considero que Piura le debe un reconocimiento a este
brillante científico que terca y silenciosamente ha dedicado fecundo esfuerzo a
la agricultura regional y nacional.
[luego de la publicación del presente artículo, el 28
de diciembre de 1997, falleció en Piura el Ing. Hernán Augusto Bringas;
recupero de mi archivo esta nota en homenaje a su memoria y la de todos los
científicos que han aportado y aportan al desarrollo del país]
Nota adicional (Julio 12, 2019), Mi destacado amigo, Ing. Hernando
Guerra García, autor de libros de lectura indispensable sobre la agricultura
peruana, responde amablemente a una consulta que le hice sobre quienes fueron
protagonistas del entonces naciente auge de Jaén y Bagua, proceso iniciado a
mediados del siglo pasado. Ellos fueron el señor Emilio Guimoye, empresario quien
más adelante fue Ministro de Hacienda y Comercio del gobierno de Manuel Odría,
los ingenieros Ricardo Neyra Montoya, Nils Ericsson Correa (+), Teodoro
Custodio Pisfil y el Ing. Rodríguez, quien irrigó con aguas del rio Marañón lo
que después sería la Cooperativa La Papaya.
Lima, Julio 5, 2019
www.haciendofuturos.blogspot.com
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