COOPECAN, productores alpaqueros llegan a la industria

Navidad. En estos momentos previos al nacimiento de Jesús de Nazareth, más allá de renos y trineos, se abre paso una imagen muy cercana a la de Belén: un cobertizo en los Andes peruanos donde se guarecen del frío y la lluvia humildes criadores con sus alpacas y ovejas que junto a sus hijos e hijas sobreviven en esa implacable geografía. Trabajemos sin pausa para superar la postergación que sufren.     

Si buscamos los roles productivos para la diversificación de la economía nacional y en los que Perú cuente con ventajas comparativas, no hay duda que la ganadería de camélidos sudamericanos presenta el potencial. Además, tiene relación con otras fortalezas y desafíos nacionales: la artesanía e industria textil, las ancestrales destrezas para la crianza de estos bellos animales y el reto del desarrollo de la Sierra. Todo ello en el marco de una biodiversidad rica y un paisaje sin igual –miremos las vicuñas en estado silvestre-, que hacen del turismo nacional uno de los grandes motores productivos del futuro. De otro lado, el mundo mira a la inclusión, a la naturaleza y al clima como sustentos del futuro cercano.

Al igual que la cruzada de los agricultores algodoneros para rescatar mercados para sus fibras, en el sur del país los criadores de alpacas trabajan en duras condiciones para hacerse un lugar en los mercados de pelos finos, compitiendo con hilados y tejidos de otras especies y calibres. Destacan algunas organizaciones que no solo ofrecen la materia prima, sino que la convierten en ‘tops’, que son una etapa previa al hilo, fibra lavada, cardada y peinada.

A diferencia del café, cacao y banano orgánico, cuyas organizaciones de agricultores exportan directamente lotes importantes de sus cosechas, con las fibras de camélidos esto no ocurre. Salvo contadas excepciones, me vienen a la memoria Cecoalp y Coopecan Perú, los criadores son abastecedores de materia prima a negocios exportadores urbanos.

Precisamente, participando en la Semana de la Agricultura y la Alimentación en la ciudad de Buenos Aires, a finales de noviembre pasado, nos encontramos con Dagoberto Fernández, gerente de Coopecan Perú, quien representó a su organización que fue seleccionada por FAO como una de las ‘diez iniciativas más emprendedoras y escalables para el Desarrollo Rural Sostenible de América Latina y el Caribe’. Un panel de evaluación la escogió entre 220 entidades aspirantes gracias a sus estándares de gestión, lo cual es un gran éxito pues se trata de uno de los sectores productivos menos atendido del país.

La Coopecan (Cooperativa de Producción y Servicios Especiales de los Productores de Camélidos Andinos)  agrupa a aproximadamente 2,000 familias de productores de fibras de alpaca y vicuña de los departamentos de Arequipa, Cusco, Apurímac y Ayacucho. Realizan su trabajo, y en muchos casos viven, en altitudes que superan los 3,500 metros sobre el nivel del mar. Existe mucha pobreza en estas zonas y la tasa de analfabetismo es elevada.

La Coopecan recientemente cumplió diez años de vida institucional. Fue fundada para una mejor gestión del negocio desde la producción y productividad de fibra de alpaca, el acopio, transformación, mercadeo, finanzas, preparación de líderes actuales y futuros, investigación, transferencia de tecnología y asistencia técnica, para hacer rentable al productor y productora alpaqueros.

Como resultado de la eficiente gestión la cooperativa obtuvo el financiamiento para adquirir la maquinaria para agregar valor a la fibra. Desde inicios de 2011 Coopecan inició los embarques al exterior de ‘tops’ de alpaca, pero también ofrece hilos industriales y artesanales, prendas de vestir y accesorios con la marca ‘Alparcas’. Más tarde, en 2013 adquirió maquinaria gracias a un nuevo crédito para garantizar la calidad y continuidad de las ventas. Y para consolidar el avance capacitó a diez representantes de organizaciones en liderazgo, comunicación y finanzas, básico para la transparencia entre directivos y bases.

Es siempre una gran noticia para el Perú entero conocer que los productores que trabajan superando los más increíbles desafíos conquisten estos logros. Por eso hay que insistir en fortalecer el mercado de servicios para la innovación en el país, no solo la tecnológica sino también la comercial y organizacional.  Tanto la oferta de asistencia técnica y tecnológica como la gerencial y para la diversificación productiva. Innovación agraria con impacto rural pero también aplicación de conocimientos para los artesanos que en las ciudades utilizan insumos del campo. Confiemos que en el reciente empréstito concedido al Perú por la banca multilateral (US$100 millones) existan los recursos para animar más proyectos como el de Coopecan.

Feliz Navidad 2018.

Lic. Luis Ginocchio Balcázar
Lima, 24 de diciembre de 2018
https://haciendofuturos.blogspot.pe/


Comentarios

  1. Dios quiera que ahora se pueda hacer algo por esta gente de la sierra criadores de Alpacas, ya que desde hace 2 años he venido trabajando para que ellos tengan un precio justo y puedan mejorar su calidad de vida, al Minagri nunca le intereso a pesar de haber tenido un pedido de 1. MilllMde kilos de hilados y también prendas, el director general de ganadería escuchó pero no le intereso la propuesta, también el ministro Mostajo parece que sus secretarias y asistentes no lo pudieron al tanto de este negocio, que inclusive, daban 50% adelantado.
    Por eso Dios quiera que ahora sí puedan hacer algo por este sector, y que los gerentes que vontrate Agrobanco sean técnicos y que tengan interés en trabajar y no pasearse haciendo turismo.

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