Sierra. Investigación y creación de conocimiento para la diversificación productiva

Estudiantes de secundaria de la sierra de Piura aportan a la investigación científica de frutas silvestres de páramos y bosques de neblina para convertir lo único y diverso en elementos de diferenciación

 

Luis Ginocchio Balcázar

Existe mucho talento en los Andes peruanos, no cabe duda. Veamos más precisamente las provincias andinas de Ayabaca y Morropón, Piura. Niñas y adolescentes participan en las investigaciones etnobotánicas realizadas por Agrored Norte y el Instituto de Montaña, con apoyo de CONCYTEC, sobre las posibilidades de frutas silvestres de la diversidad biológica de los páramos y bosques de neblina de esos territorios. Las menores estudian secundaria en instituciones educativas de los distritos de Pacaipampa y El Carmen de la Frontera, entorno natural que ellas dominan. 

Las colegialas revaloran la prometedora biodiversidad andina no en cualquier ecosistema sino en los frágiles páramos y bosques de neblina. Ellas que conocen las frutas nativas distinguen a las comestibles, saludables y medicinales, así como las épocas de recogerlas y las opciones para tratarlas, idealmente preservarlas y evitar perezcan. También aquellas que se pueden sembrar con éxito. De sus padres y parientes recibieron el conocimiento ‘tácito’ que ellas mejoraron con su observación y registro, insumo fundamental para la ciencia.  

Se conoce que las tres provincias de la sierra de Piura tienen condiciones para frutas como arándano, aguaymanto, frambuesa y cereza, en pisos altitudinales sobre los 1,500 metros sobre el nivel del mar, en el páramo y bosques de neblina, ecosistemas vitales en la reducción del calentamiento global y por su contribución a la regulación del ciclo hídrico de las cuencas del país [1]. 

Contar con jóvenes inquietos, observadores, estudiosos y que aman la naturaleza es una fortaleza que hay que animar y apoyar. Si a ello se suma un acercamiento industrial al mundo vegetal. En realidad, cada joven debe ser un experto en el potencial productivo de –por lo menos- su distrito o zona de origen. Como que tuviera un pequeño sistema de información geográfica con el potencial productivo en las ‘capas’ de la diversidad de cada territorio. 

Y finalmente, se debe destacar el trabajo incansable del biólogo Fidel Torres Guevara y su fe en el potencial de la sierra piurana, quien gana el Premio Nacional Ambiental en la categoría de ‘Investigador senior’ por su trabajo de validación científica de las propiedades de plantas medicinales que aprovechan los pobladores de los páramos y bosques de neblina de Piura. 

Además, Torres los apoya hacia el valor agregado convirtiendo las plantas en tinturas y concentrados que mantienen su poder curador o terapéutico. Torres Guevara, especializado en botánica, trabaja con algunas comunidades de Huancabamba y Ayabaca en esta ‘farmacia’ suministrada por la naturaleza por lo que no sería de asombrarse que se esté forjando una sede de investigación y desarrollo farmacéutico de alta tecnología en los Andes, en línea con la notable empresa semillerista ubicada en Morropón. 

Hay que celebrar hoy con mucha expectativa el ‘Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia’, y felicitar a las niñas y adolescentes que están tomando el camino de la investigación que les permita enfilar al desarrollo vía la innovación y diseño de nuevos fármacos y suplementos nutricionales naturales. 

Haciendo Futuros
www.haciendofuturos.blogspot.com
Piura, Febrero 12, 2024

 

 

Fuente. Andina. ‘Piura: niñas aportan a investigación científica de frutas silvestres de páramos y bosques’. Publicación: 12/2/2024

Hace casi un año en ‘Haciendo Futuros’ comentamos el trabajo de difusión de la crianza de camélidos sudamericanos en la sierra piurana que realiza Mario Landívar, gran conocedor de esta actividad productiva. También se debe mencionar el potencial de los jamones ahumados y dulces de maní de Ayabaca, los quesos y derivados lácteos de Sapalache y el proyecto de reconversión productiva agropecuario y agroindustrial en Suyupampa, en las inmediaciones de Ayabaca, capital provincial.