Carlos Díaz Vargas (1964-2018)


                 ‘Quiero compartir temas y propuestas de desarrollo, vivencias personales, imágenes y sonidos; que abrazan la esperanza de valorar lo que tenemos… Creo en la vida, en la libertad y en que todos dejamos huellas’. CDV en Kintiamazonia

Un gran profesional, un gran amigo, una gran persona ha partido ayer al encuentro con nuestro Creador. En un momento descollante de su carrera, encabezando una gran iniciativa de cobertura nacional como el Plan Nacional del Café y Cacao, animando a muchos connacionales a prever el impacto futuro de las decisiones de hoy en estos cultivos que serán grandes industrias para el crecimiento de la Amazonia, del Perú profundo.

Proponiendo, diseñando, compartiendo, el Ing. Carlos Díaz Vargas ha dejado un profundo sello en lo que lideró. Carlos era un incansable trabajador, una persona con una especial sensibilidad para relacionarse, analítico y perceptivo. Y escribía con una claridad envidiable. Su visión de lo rural, de los negocios agrícolas, de la prioritaria organización de los agricultores, fueron únicas. Carlos fue un agrarista, dominaba las áreas de desafío de hacer agricultura familiar en tiempos de globalización.

Carlos nos dejó su último artículo titulado ‘Berlín- IV Congreso Mundial Cacaotero 2018: Noticias preocupantes’ en su blog Kintiamazonia con una síntesis del evento sosteniendo ‘…La gran preocupación global sigue siendo la sostenibilidad que enfrenta el sector cacao, en donde cientos de miles de productores todavía viven en pobreza y extrema pobreza, cómo frenar la deforestación, el trabajo infantil, la desigualdad de género, las violaciones de los derechos humanos …’.

Al final Carlos dirige un párrafo al Perú que está por nacer, el de las nuevas tecnologías y productos con base a nuestro rico patrimonio agroalimentario: ‘El sector cacao en Perú enfrenta grandes retos, pero deberá hacerlo en bloque con América Latina para mejorar su posición. Nos toca mostrar al mundo que somos centro de origen del cacao, podemos producir cacao fino y de aroma de calidad, conservando los bosques y la cultura de pueblos indígenas. Tenemos en nuestra Amazonia bosques de chocolate por descubrir y hacer negocios sostenibles’.


Carlos Díaz V. en Berlín, abril 2018 (Foto Blog Kintiamazonia)


Y cierra con un emocionante mensaje a su tan querida familia: ‘A pesar de todo, el cacao-chocolate es mágico, es una pasión y siempre es capaz de dibujar una sonrisa en la cara de la gente, en especial en la de mi hijo Mariano, que durante este largo viaje sufrió mucho mi ausencia, pero la recompensa fue grande, en el calor del hogar degustamos muy buenos chocolates’. Es el padre amoroso que aparece para con sus palabras trascender la existencia física y dejar un mensaje de cariño filial para la posteridad. Descansa en paz querido Carlos, el Perú ha perdido a un grande.

Luis Ginocchio Balcázar
Lima, Mayo 26, 2018








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