Panela. Sin asociatividad no hay futuro

Luis Ginocchio Balcázar

‘Embarcamos decenas de contenedores todos los días’. Para el desarrollo sostenible de los territorios del interior del país es imperativo apoyar los negocios del sector productivo que mayor empleo genera en la mayoría de regiones del país: mediana agricultura y la agricultura familiar. Por eso es conveniente seguir el trabajo de la cooperativa Norandino, que enlaza a productores de seis regiones del Perú, en la consolidación de su negocio de panela, mejorando los ingresos del tradicional cultivo de la caña de azúcar y abriendo un espacio en los mercados europeos para un producto de la sierra del norte del país.

Como se sabe, Norandino es una destacada experiencia asociativa en cafés y cacaos de alta calidad así como de panela, el jugo de la caña de azúcar deshidratado. Norandino ha participado el domingo 25 de octubre en el Cuarto Congreso de la Industria Azucarera del Perú (CONAZUCAR 2020). Bajo el lema ‘Industria azucarera fuerza de la reactivación económica’, en el cónclave también se dieron cita ponentes de Brasil, Colombia y México. El evento fue transmitido por las plataformas informáticas en línea y seguramente fue seguido en varias latitudes, además del Perú.

No cabe duda que para que la pequeña actividad productiva y servicios conexos, que son decenas -hasta cientos- de miles de emprendimientos, encuentren la ruta al éxito, no existe otro camino que asociarse. Santiago Paz López, gerente comercial de la cooperativa, enfatizó que la panela contiene más nutrientes que el azúcar y es más natural que los edulcorantes refinados que se consumen masivamente. Mencionó que en Francia el precio de un kilo de azúcar es 1 euro mientras que el de panela es 5 euros/kg.  Muchas familias la usan pues tienen claro que por tratarse de un producto orgánico es más saludable.

El mercado europeo es muy exigente. Los productores nacionales ya aprendieron las prácticas de producción, pasando de producir la tradicional ‘chancaca’ a procesar una excelente panela. Italia y Francia son los principales clientes de esta panela norteña gracias al Comercio Justo y Orgánico SPP, mercados que reconocen el trabajo de los productores familiares con un premio en el precio. La cooperativa ha elevado sus exportaciones de panela gracias a la demanda fortalecida por el confinamiento internacional por el Covid19. Mientras en 2019 las exportaciones superaron ligeramente las 1,600 toneladas, se estiman exportaciones que superarán las 2,500 toneladas para 2020 exportándose el 97% de la producción anual.

La panela es la única agroindustria rural en Piura. Se trata de pequeñas plantas de procesamiento que cumplen con los requisitos de inocuidad y calidad. Es impresionante la adopción de la nueva cultura de estos productores agrarios que ahora son pequeños industriales:  usan acero inoxidable, cuentan con instalaciones y prácticas protocolizadas, trabajan con tapa bocas y cubre cabello. Además, la reconversión productiva de la panela creó impactos sociales notables como la desaparición de decenas de trapiches de la zona. 

Sorprendente el progreso de la agricultura andina de esta parte del país. Y resaltar cómo con un mercado que exige y premia la calidad, un territorio con vocación productiva, agricultores con enfoque a la mejora continua, habilidades gerenciales, confianza en el trabajo en conjunto, y convicción para crecer y buscar nuevos negocios, el éxito siempre llega. E irán apareciendo nuevas oportunidades y retos que estimularán la creatividad y actitud innovadora para ‘conquistar’ nuevos segmentos de los mercados del extranjero. 

www.haciendofuturos.blogspot.com
Octubre 27, 2020

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