La última revolución gastronómica, salud, sostenibilidad y compromiso social

Una noticia proveniente del País Vasco permite reflexionar sobre la creciente importancia del rol agroalimentario gastronómico en la economía peruana. No cabe duda que más allá de convertirse ya en el segundo rubro de exportaciones, el notable ascenso de la cocina peruana como atracción turística y el tesoro de la diversidad biológica como fuente de nutrición y diversificación, tenemos cada vez más claro el papel de la alimentación y sus industrias en la reinserción de la producción nacional en la globalización. 

Luis Ginocchio Balcázar

Lima, 30 de abril de 2019

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El Diario Vasco, desde  San Sebastián, Guipúzcoa, en su edición de hoy martes 30 de abril da cuenta de ‘La última revolución gastronómica: salud, sostenibilidad y compromiso social’.   Y de cómo mediante un premio se destaca a cocineros con proyectos vinculados a sus comunidades o a protección del medio ambiente. Se trata del Basque Culinary World Prize, presentado ayer en Londres. Joxe Mari Aizega, director de la escuela gastronómica donostiarra, afirmó que se concede este premio a quienes sin técnica o estrellas Michelin, están haciendo cosas importantes (más allá de sus cocinas).

 

Asistió también el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del gobierno vasco, Bittor Oroz, quien destacó esta gastronomía con conciencia social, pues con el crecimiento de la población mundial, no queda otra que maximizar los recursos. "Más allá de las modas, los vectores clave de la gastronomía a partir de ahora serán la corresponsabilidad sobre los productos que se utilizan en la cocina, que no haya desperdicio; sostenibilidad de su producción y su vida final y su impacto en la salud de las personas y el planeta", dijo a Efe.  Oroz opinó que tanto en Euskadi como en el resto de España se están viendo ya cambios en este sentido, motivados tanto por las inquietudes de los chefs como por "la presión del consumidor".

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