Las causas y la crisis de la papa (papa 2)
La
papa, alimento y patrimonio (2)
Las
causas de la crisis de precios de la papa siguen siendo motivo de discusión. Algunos
explican que todo ha sido generada por la naturaleza mientras que para otros todo
proviene de las limitaciones del comercio de alimentos y por un déficit de
políticas públicas que deberían servir para -entre otras cosas- luchar contra
las fuentes de la pobreza y desigualdad.
En
primer lugar se destaca que ha existido una sobre producción porque se ha
sembrado más allá de lo que demanda el mercado. Sin embargo, al revisar la
estadística agraria se observa que la cosecha de papas ronda los 5 millones de
toneladas desde hace varios años. Por tanto, este argumento no parece ser el
principal ingrediente de la caída de precios.
Otra
de las hipótesis enfatiza que siguen cambiando los hábitos de consumo y se come
menos papa que antes. Así, se comenta que la tendencia hacia una alimentación
saludable está llevando a muchos consumidores a preferir pollo a la brasa con
ensalada que con papas fritas.
También
aparece el viejo problema del exceso de intermediarios en la cadena de valor de
la papa y de los alimentos de origen agrario. La obsolescencia del sistema
alimentario, que mueve los alimentos del campo a las mesas, es evidente. La mínima
conexión entre decisiones de siembras y cosechas, la escasa información de
precios y la situación de los mercados de abasto impide trabajar para que la
riqueza de la diversidad agraria se convierta en un distintivo del país.
Algunos
destacan que la caída de precios se debe al aumento del consumo de productos alimenticios
elaborados con insumos importados que reciben grandes subsidios en sus países
de origen. Por ejemplo, que el consumo de fideos sigue disputándose la
preferencia de los consumidores con alimentos de la dieta tradicional como la
papa.
Y
no podrían faltar quienes piensan que ha sido El Niño y sus secuelas quienes alteraron
el clima y adelantaron el tradicional pico papero de los meses de marzo y abril.
El
tema ha ganado prioridad por la importancia de la papa en la alimentación
nacional y el impacto del reclamo de los productores de papa en la opinión
pública. Además, porque no se sabe si en ‘la cola’ existen más cultivos en
situaciones similares a las que confronta el cultivo de la papa.
Los
precios -que hacen viable o no una actividad productiva- han llegado a niveles por
debajo de los costos y son una amenaza a la seguridad alimentaria del país. No
cabe duda que son un síntoma de un
problema que se ha venido acumulando a través de los años. Y que mientras el Perú
más dinámico sigue avanzando, el Perú profundo se rezaga más y más.
No
queda otro camino que la revaloración de la producción nacional. No solo porque
mientras somos más peruanos y peruanas la tierra arable no crece en la misma
proporción. Sino porque es vital para el
país convertir la riqueza de la diversidad biológica (incluida la agrobiodiversidad)
en productos con cualidades nutricionales destacadas, gastronomía de alcance
global, marcas reconocidas, derivados agroindustriales e ingredientes hi-tech para las industrias vigentes y
por crearse.
Finalmente,
no hay que olvidar que luego de ciclos de abundancia viene un ciclo de escasez
y elevación de precios. Por eso hay que prever para gestionar y gobernar.
Luis Ginocchio
Balcázar
Lima, 19 de febrero de 2018
https://haciendofuturos.blogspot.pe/
En mi opinión el problema de la papa peruana es la muy limitada gama de aplicaciones a las que va destinada, casi exclusivamente la vía gastronómica. Pero sin innovación tecnológica es muy difícil pensar en otras aplicaciones, especialmente las vinculadas con la industria alimentaria ("ingredientes hi-tech") y la creciente industria "nutracéutica" (alimentos de altos valores nutricionales).
ResponderBorrarCon un agravante: la ausencia de estrategias sectoriales y proyectos colectivos que permitan adoptar herramientas tecnológicas que necesitan fuertes volúmenes de insumo que en Perú existen (en el caso de la papa) pero están mal articulados.
ResponderBorrar