Buena noticia desde el Ministerio de Educación

Luis Ginocchio Balcázar

Se ha aprobado la Política Nacional de Educación Técnico-Productiva mediante Decreto Supremo 012-2020-MINEDU publicado el pasado 31 de agosto. La educación técnico-productiva está orientada a la adquisición de competencias laborales y empresariales en una perspectiva de desarrollo sostenible y competitivo.

No hay duda sobre la debilidad de las competencias laborales para alinearse con las expectativas de muchos empleadores. Pero hay que destacar el efecto favorable de esta política sobre las competencias empresariales y de negocios, que son un ingrediente fundamental para el crecimiento y la agregación de valor de la producción nacional.

El rezago productivo, en especial en el mayoritario sector de las medianas, pequeñas y micro empresas, se origina en el insuficiente nivel de saberes y prácticas de negocios del sector mencionado. Además, ese retraso crea distancias con la asociatividad, la innovación y la tecnología, la productividad y la formalidad. Igualmente, esa debilidad afecta el ‘arsenal’ que cada emprendedor debe acopiar en comercialización, finanzas, costos y gestión del talento, tópicos vitales hoy más que nunca.

Muy oportuna la norma porque entre los roles productivos que se verán beneficiados por esta política están las actividades primarias como la agricultura familiar y la pesca artesanal; el comercio y el turismo en las ciudades, los que constituyen la principal base del empleo en casi todas las regiones del Perú.  Y oportuna para que las entidades educativas se alisten en preparar opciones para la reinserción laboral de quienes perciben oportunidades en otros empleos que requieren otras habilidades; y quienes en desempleo buscan reinventarse. 

De las antiguas ‘escuelas de artes y oficios’ a los ‘Centro de Educación Técnico Productiva’ hay un importante trecho. Ahora con los criterios que dispone la nueva política las universidades, institutos, CETPROS y otras entidades públicas y privadas cuentan con nuevos enfoques que ensanchan sus miradas hacia miles de productores, comerciantes y otros agentes económicos que anhelan estar mejor preparados para competir y servir. Un reto será diseñar los estímulos para animar su participación.

Y como se afirma en los Antecedentes de la política: “No obstante, esta visión amplia y articuladora incluye aspectos que se requieren atender con urgencia para garantizar mejoras en la formación profesional de la población y promover el desarrollo de la investigación e innovación (I+D+i), contribuyendo al desarrollo sostenible y competitividad del país”.

La norma agrega que es urgente promover relevancia y diversidad en las trayectorias educativas en la Educación Superior y Técnico-Productiva (ESTP) pues en nuestro país la matrícula se concentra en la educación superior universitaria (65,8%) pero su demanda es solo del 20,4%. Por tanto, se subestima la demanda de los perfiles técnicos y tecnológicos, que en conjunto llega a 79,6%. En contraste, en Chile y Colombia, la demanda vinculada a la ESTP es 40% mientras que en el Perú sólo llega al 10% de la población. ¡Se preparan los jóvenes para carreras que no tienen demanda!

Por tanto, la juventud tendrá que aquilatar el porvenir en estas nuevas carreras técnicas y tecnológicas, incluyendo los saberes de negocios, para que mayor caudal de jóvenes atienda la demanda de conocimientos y destrezas técnico-productivas y de ese modo participar en la reconversión y diversificación productiva de numerosos negocios en el país. 

Finalmente, la Política Nacional de Educación Técnico-Productiva integra la educación superior con la educación técnica-productiva, lo cual es magnífico porque ambas se vinculan en sus objetivos y prácticas a favor de la investigación y la innovación. Y conviene ver las definiciones de ambos conceptos que establece la política: a) investigación, trabajo sistemático que tiene como objetivo generar conocimientos nuevos; puede ser básica o aplicada; b) innovación, creación, desarrollo, uso y difusión de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo. Soplan nuevos tiempos en la educación en el Perú.

Piura, Setiembre 2, 2020
www.haciendofuturos.blogspot.com

 

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